¿Sabías que las mariquitas son controladores biológicos? Así ayudan a tus plantas

Pequeños depredadores con un gran impacto

Las mariquitas, también conocidas como catarinas o vaquitas, no son solo insectos atractivos a la vista: cumplen una función clave como agentes de control biológico en huertos, jardines y cultivos agrícolas. Su capacidad para alimentarse de insectos plaga las convierte en un recurso natural valioso tanto para agricultores técnicos como para aficionados de la jardinería ecológica.

Jardín agroecológico con plantas aromáticas y mariquitas activas, representando estrategias naturales de control de insectos.

Este artículo explica cómo actúan las mariquitas como controladores biológicos, qué especies son más efectivas y cómo fomentar su presencia para reducir la dependencia de pesticidas.

¿Qué es un controlador biológico?

Un controlador biológico es cualquier organismo que regula la población de otro, en este caso, un insecto que depreda o parasita a una plaga agrícola. Las mariquitas pertenecen al grupo de los depredadores, ya que se alimentan activamente de insectos perjudiciales, especialmente durante sus fases larval y adulta.

Larva de mariquita comiendo pulgones sobre un tallo de tomate, destacando la eficacia en el control de plagas en horticultura.

El uso de controladores biológicos es una herramienta fundamental dentro del Manejo Integrado de Plagas (MIP), ya que permite reducir la presión de plagas de manera natural y sostenible.

Plagas que controlan las mariquitas

Las mariquitas son particularmente efectivas contra plagas de cuerpo blando que se reproducen rápidamente. Entre las principales plagas que combaten se encuentran:

  • Pulgones (Aphididae): uno de sus alimentos principales; cada larva puede comer hasta 400 pulgones.
  • Mosca blanca (Bemisia tabaci): se alimentan tanto de huevos como de ninfas.
  • Cochinillas algodonosas (Pseudococcidae): ciertas especies como Cryptolaemus montrouzieri son especializadas en su depredación.
  • Ácaros fitófagos: aunque en menor medida, algunas mariquitas también los consumen.

Este espectro de presas las convierte en una opción muy útil en una gran variedad de cultivos, desde hortalizas hasta frutales.

¿Cómo fomentar la presencia de mariquitas en tu cultivo?

Promover la presencia de mariquitas requiere entender sus necesidades ecológicas y reducir las barreras para su establecimiento en campo. Algunas estrategias incluyen:

Prácticas agronómicas recomendadas

  • Plantar especies florales auxiliares como eneldo, hinojo, albahaca o cilantro, que les proporcionan néctar y polen.
  • Mantener franjas de vegetación natural o setos alrededor del cultivo que funcionen como refugio.
  • Evitar pesticidas de amplio espectro, especialmente piretroides y neonicotinoides, que afectan tanto a plagas como a insectos benéficos.
  • Liberar mariquitas en momentos estratégicos, como en los primeros focos de infestación, para que se adapten al entorno y actúen antes de que la plaga se propague.
Agricultor liberando mariquitas sobre plantas infestadas, práctica común en el manejo biológico de plagas agrícolas.

Momentos ideales para la liberación

  • Temperaturas entre 20 y 30 °C.
  • Horas de baja radiación solar (amanecer o anochecer).
  • Presencia confirmada de plagas que les sirvan de alimento.

Ventajas de usar mariquitas como método de control

El uso de mariquitas aporta beneficios agronómicos, económicos y ecológicos. A continuación se detallan algunas de las ventajas más relevantes:

  • Disminuyen la necesidad de aplicar productos químicos, lo que reduce los costos y los residuos en el producto final.
  • No generan resistencia en las plagas, como sí ocurre con insecticidas.
  • Pueden coexistir con otros agentes benéficos, formando un sistema de control más robusto.
  • Mejoran la percepción del consumidor, especialmente en mercados que valoran la producción ecológica o sin residuos.

Para cultivos de exportación o certificación orgánica, las mariquitas representan una herramienta indispensable dentro del protocolo fitosanitario y ambiental.